21 mar 2011

El Tato analiza su paso por BH y su futuro en la Selección

Toda la pasión que le brotaba cuando se lo veía en el banco, en cada partido de basquet, es inevitable no recordarla cuando se habla con Eduardo Costamagna. Pero este "Tato", a los 46 años, es reflexivo y mesurado para analizar su presente profesional, que en cuestión de días cambió sustancialmente, con incidencia directa en su vida diaria. El "Profe" dejó de trabajar en Ben Hur luego de 25 años, desgastado, cansado, pero sabiendo que dejó todo y que el Club le dio todo. Como nada más ni nada menos, la experiencia de trabajar con Julio Lamas, de ser partícipe de un equipo que ganó los títulos más importantes a nivel nacional y Sudamericano en el basquet argentino. Al fin y al cabo su carta de presentación para el gran reconocimiento que llegó con su convocatoria al cuerpo técnico de la selección argentina que afrontará los Juegos Panamericanos de Guadalajara. Siente que no sólo es un premio para él, sino también para quienes lo sostuvieron y contuvieron, en las buenas y en las malas. Como su esposa María Fernanda y su madre María Inés. Y otro motivo de orgullo para sus hijos Luisina y Mariano. "Todavía son días especiales, porque no solamente fue muy importante el día que me convocaron para trabajar en la selección sino que siento que la responsablidad es tan grande y el deseo era tan importante de algún día llegar ahí, que todavía lo estoy disfrutando", expresa en el diálogo con LA OPINION.
-¿Qué significó para vos alejarte de Ben Hur a comienzos de este año?
-Mucho dolor, porque fue el único Club en el que trabajé después de recibirme de profesor de Educación Física. Hice toda mi carrera profesional ahí, fue el Club que me dio muchísimas satisfacciones. He trabajado con muchos directores técnicos, he tenido muchos compañeros, cualquier persona que se va luego de tanto tiempo lo siente. No es una decisión fácil, no se toma tan rápidamente. La estuve pensando, desde un tiempo venía pensando tomarla y ese día llegó. Pero aún siento un poco de temblor en las piernas, a los siete años empecé a ir a Ben Hur a jugar al basquet y fútbol. Tengo 46...
-¿Tu decisión se basó fundamentalmente en no tener la posibilidad de trabajar dentro de lo que más te gustaba?
-Yo tenía una función bastante específica, como ser el Coordinador de la pileta climatizada. Tuve dos o tres reuniones con el presidente (Néstor Zenklusen) donde me pidió que haga algunas actividades más. Sentía que no las podía hacer y bueno, no llegamos a un acuerdo y yo para evitar seguir tratando de arreglar algo que veía que no tenía solución, renuncié y me desvinculé a partir del 1 de febrero.
-¿Querías involucrarte con el basquet específicamente?
-Mi idea una vez que terminó la participación de Ben Hur con Liga Nacional, era que no me venía mal un año de descanso de basquet, pero la verdad que después empecé a extrañarlo, a necesitarlo, era algo que había hecho 25 años. Ben Hur tenía sus planteles de divisiones inferiores formados de varios años atrás, no había lugar, estaba el plantel completo y decidí dejar. Sentía que Ben Hur no me necesitaba más y decidí alejarme.
-¿Qué cosas creés que le podés aportar a la selección, más allá de tu función primordial? ¿Tenés que interiorizarte de algunas cosas para planificar?
-Interiorizarme, de muchas cosas. Yo siento que puedo aportar muchos años de trabajo en equipos profesionales en la Liga Nacional, puedo aportar un conocimiento que me da la misma disciplina, pero estos son jugadores distintos, que tienen una responsabilidad muy grande como representar a la selección argentina. Y el jugador argentino hace varios años que tiene un compromiso grande con esta camiseta, va siempre a cada torneo con mucha ilusión y compromiso. Por eso implica personalmente una responsabilidad muy grande, son profesionales y lo mínimo es estar a la altura de las circunstancias.
-¿Asumís que tu relación con Julio Lamas fue importante para el llamado?
-Yo creo que sí, un análisis particular que hago es que a él lo debe haber convencido y satisfecho mi esfuerzo y experiencia, y mis ganas durante los tres años que trabajé con él.
-Además ese Ben Hur, reconocido por el propio Lamas, fue el mejor equipo que dirigió...
-En la historia de la Liga Nacional, Ben Hur es el equipo que más partidos ganó y el que menos perdió, además de ser campeón. Cualquier persona que elija un colaborador para trabajar, supongo que analizará distintas variables, dentro de eso optó por mí y el sabe lo que siento por esto, y el agradecimiento va a estar de por vida y la responsabilidad también.
-La preparación física del jugador de basquet, y de una selección mucho más, ¿tiene muchas particularidades?
-La mayoría de los jugadores vienen de jugar en otras Ligas. Se incorporan con su sistema de entrenamiento y competencia. Y tienen cada uno, una preparación distinta, cada uno con cantidad de minutos jugados distintos. Son cuerpos distintos y otra cosa muy importante, no todos terminan de jugar en la misma fecha del año. Hay jugadores que terminan de hacerlo en marzo, otros abril o mayo. Entonces los tiempos de preparación son cortos, hay que darle un descanso después de cada competencia y luego adaptarse a las necesidades que tiene cada uno, a la forma del torneo que vas a jugar, que seguramente en México será todos los días.
"BEN HUR DEBE POTENCIAR LO AMATEUR"
-¿Hay muchas personas de quien estés agradecido por estos 25 años en el Club?
-Sí, son muchas. Cuando me recibí el que me fue a buscar para trabajar en Ben Hur fue Jorge Chiabotto, pero hay un montón más. Tuve muy buena relación siempre con los directivos y con los profesores de las otras disciplinas.
-Formaste parte de todos los procesos...
-Yo viví todas las etapas de Ben Hur, desde el '86 cuando era el Club que tenía problemas económicos y de infraestucutra; luego el crecimiento con el gran momento con dos deportes profesionalizados y exitosos, y con un deporte amateur muy bien organizado, con 1.000 deportistas, y después me tocó también la etapa donde la debilidad institucional estaba muy marcada y repercutió en toda la la estructura. Entonces se fue perdiendo mucho la calidad de trabajo, y si bien uno tiene la obligación de adaptarse a esas circunstancias, personalmente me impedían desarrollar mi actividad profesional como quería, sumado a una cuestión de sentimientos. Entonces pensé que lo mejor era dejar el lugar.
-Más allá de tu sentimiento por Ben Hur, ¿creés que es posible la reconstrucción de la institución a los niveles que supo alcanzar en su momento de esplendor?
-Yo creo que es posible, pero me parece que a nadie se le debería cruzar por la cabeza que sea un objetivo a corto plazo. Lo primero debe ser reordenar la institución, potenciar sí o sí las disciplinas amateurs, sobre todo ordenar las que ya están y tratar de acercar la mayor cantidad posible de deportistas amateur al Club, porque sostengo que al Club lo hace grande la cantidad de deportistas amateurs. En estos momentos la cifra es bastante menor que años anteriores. Ser campeón de la Liga Sudamericana y jugar el Nacional B te hace famoso, pero eso dura un tiempo. Al Club lo hace importante cumplir una función social y eso se consigue con disciplinas ordenadas e infraestructura acorde, que Ben Hur la tiene.

FUENTE: La Opinión.

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